CONSTRUYE de acuerdo al clima de tu región
Construye de acuerdo al clima y las condiciones del entorno donde vivimos se le llama bioclimática.
El objetivo es conseguir el confort térmico interior para evitar lo más posible gasto de energía en aparatos para enfriar o calentar la casa. No se trata de una forma de construcción muy sofisticada, sino de tener sentido común y capacidad de observación de nuestro entorno. Por ejemplo, en un lugar con clima cálido y húmedo tenemos que la radiación del sol y la humedad son muy elevadas, pero no sólo eso, sino que también debemos observar la luminosidad que produce el cielo, todo lo cual va a determinar la colocación de ventanas y lugares de sombra.
Como podemos ver, antes de comenzar a construir debemos tomar en cuenta el tipo de clima que predomina durante el año, la vegetación ¿de dónde soplan los vientos dominantes?, ¿cuál es la humedad y temperatura,?
Hoy en día existen muchos materiales aislantes que nos pueden ayudar a mantener una temperatura cómoda al interior manteniendo el uso de calefacción o aire acondicionado al mínimo. Si bien puede ser un gasto extra, este se irá amortizando con lo que ahorres en consumo de energía. Otro aspecto de debes tomar en cuenta es el tipo de colores que utilices para pintar así como las plantas y árboles que coloques. En lugares muy cálidos lo más recomendable son los colores claros que reflejan la luz solar así como árboles frondosos de hoja perene que siempre den sombra.
Que es lo que debes tener en cuenta
La localización de tu terreno, así como su forma y la vegetación existente.
La orientación, para captar de la manera más adecuada la luz solar.
Los materiales de construcción: utiliza los más tradicionalmente empleados en tu región, ya que generalmente son más baratos y de más fácil obtención. Por ejemplo, en las zonas desérticas se acostumbraba construir con adobe por lo que las casas eran más frescas.
La forma de tu casa y la distribución de sus huecos. Los techos altos ayudan a disipar el calor mientras que los techos bajos y espacios pequeños ayudan a mantener el calor. Además podemos incluir tragaluces, patios, chimeneas de refrigeración o balcones para disipar el calor.
El color de las paredes y techos. Los colores claros reflejan la luz del sol y contribuyen a refrigerar la casa. Un techo claro ayuda a reducir en un 50% el calor al interior en comparación con uno de color obscuro.
Elementos exteriores y complementarios, como pueden ser pantallas de vegetación y tejabanes, toldos, persianas fijas y móviles, etc.
Clima cálido y húmedo
Muy común en las zonas costeras y tropicales de nuestro país, se caracteriza por mantener temperaturas muy elevadas a lo largo de todo el año, y durante los meses más fríos el termómetro no baja de los 18º C. La humedad también es alta y hay constantes precipitaciones y alta nubosidad, así como una intensa radiación solar. La temperatura no varía mucho entre la noche y el día. Si vives en un lugar con estas características, lo que necesitas es una construcción que te ofrezca principalmente ventilación y protección contra los rayos solares, con lo cual podrás eliminar el calor y reducir la humedad. Lo más conveniente es construir dejando espacio para que circule el aire, con grandes aberturas y protección contra el sol y de las frecuentes lluvias.
Clima cálido y seco
Una gran parte del territorio mexicano consiste en zonas desérticas y semidesérticas. En este tipo de clima la temperatura media es muy alta y extremosa, ya que en las noches suele descender bastante la temperatura, en especial en zonas rurales y semirurales. La humedad, así como las lluvias son muy escasas, mientras que la radiación del sol es directa al no haber presencia de nubes. La forma tradicional de construir en estas regiones es utilizando adobe, con techos altos, muros gruesos y escasas aberturas, así como jardines centrales protegidos del sol, y pasillos largos que permiten la circulación del aire.
Clima frío
México está surcado por grandes montañas en las cuales se han asentado poblaciones que se ubican por arriba de los 2,000 metros por encima del nivel del mar. El clima se caracteriza por mantener una temperatura media inferior a los 15º C, y durante los inviernos esta llega a descender por debajo de los 0º C. Si bien se trata de zonas húmedas, ya que generalmente se encuentran enclavadas en lugares boscosos, esta no juega un papel importante debido a las bajas temperaturas. Sin embargo el factor viento hace que las casas se enfríen mucho, aún cuando les pegue el sol durante todo el día. En época de lluvias las precipitaciones son abundantes y durante el invierno llega a nevar en algunos lugares como la sierra de Durango o en Chihuahua. Las casas suelen ser compactas, con pequeñas aberturas y protegidas del viento, ya que el objetivo principal es conservar el calor en el interior de la vivienda. Se utiliza mucho la madera y la piedra como material de construcción.
Clima templado
El Valle de México es el perfecto ejemplo de un clima templado. La temperatura suele variar ligeramente entre la noche y el día, en los meses más fríos esta fluctuará entre los 0º C y los 18º C, mientras que en los mese más cálidos la temperatura no supera los 33º C y no baja más allá de los 10º C. Debido a estas características, las construcciones suelen ser más convencionales, con ventanas y puertas amplias, colores vivos en la pintura y techos medianos.
Mantener una temperatura agradable dentro de tu casa depende de los siguientes principios básicos:
Si vives en un clima frío y nublado, lo más conveniente es tener grandes ventanas orientadas hacia el sur, ya que así captarás la luz y el calor del sol.
Si por el contrario vives en una zona muy calurosa y soleada, lo recomendable es utilizar ventanas pequeñas y sistemas que permitan iluminar las habitaciones sin sobrecalentarlas. Tal es el caso de tragaluces pequeños o pequeñas ventanas que capten la luz exterior de forma indirecta.
Si vives en una zona muy cálida te conviene colocar chimeneas de refrigeración, las cuales se asemejan a las chimeneas de ventilación de los barcos. Este sistema mejora la ventilación y proporciona un sistema de refrigeración efectivo y gratuito.
Si vives en una zona desértica en donde los inviernos son muy fríos los veranos muy calientes, te conviene plantar alrededor de tu casa árboles de hoja caduca, ya que así te protegerás de la luz solar durante la temporada de calor, mientras que en invierno podrás aprovechar el sol para calentar tu hogar.
El agua es un gran refrigerante, ya que al evaporarse absorbe gran cantidad de calor. Por eso es buena idea tener patios interiores con plantas y estanques.
Toma en cuenta que los colores claros reflejan el calor, mientras que los colores obscuros la absorben. Por otro lado, una pared desnuda deja pasar más el calor que una que tenga aplanado.
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